Los endulzantes artificiales y posibles efectos en la microbiota y enfermedades crónicas
Los endulzantes artificiales son ampliamente utilizados en el mundo como alternativa al azúcar para reducir su consumo y prevenir problemas de salud como la diabetes. Sin embargo, estudios recientes han señalado que algunos de estos productos, como el aspartamo y el neotamo, podrían tener efectos adversos en el organismo, afectando la microbiota intestinal y aumentando el riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo trastornos neurológicos como el Parkinson.
La Dra. Natalia Aybar, nutrióloga de la Clínica Indisa Maipú, advierte que estos endulzantes pueden debilitar la barrera intestinal, permitiendo el ingreso de bacterias dañinas al torrente sanguíneo, lo cual desencadenaría reacciones inflamatorias que afectan distintos órganos y sistemas.
Neotamo y aspartamo: ¿son seguros?
El neotamo, un endulzante que es 13.000 veces más dulce que el azúcar, ha sido promovido como una alternativa sin calorías y de última generación, pero estudios sugieren que podría ser perjudicial para la salud. Este compuesto podría dañar las células epiteliales intestinales, debilitando la barrera protectora del intestino y facilitando el ingreso de bacterias patógenas.
Por otro lado, el aspartamo, uno de los endulzantes más utilizados, se ha asociado con alteraciones en la microbiota intestinal, lo que favorecería el crecimiento de bacterias vinculadas a la resistencia a la insulina y al desarrollo de diabetes tipo 2.
Síntomas de niveles altos de azúcar en la sangre
La hiperglucemia o niveles altos de azúcar en la sangre puede manifestarse con síntomas como:
– Aumento de la sed
– Micción frecuente
– Visión borrosa
– Cansancio extremo
– Pérdida de peso involuntaria
– Infecciones recurrentes o heridas de difícil sanación
– Hormigueo o entumecimiento en manos y pies
La Dra. Aybar recomienda limitar el consumo de endulzantes artificiales y optar por alternativas naturales como la stevia o la alulosa, las cuales son endulzantes seguros y con menor impacto en la salud intestinal.
La stevia, por ejemplo, es 300 veces más dulce que el azúcar y ha sido reconocida como una opción natural sin los efectos adversos observados en algunos endulzantes artificiales.